Do you remember?
¿Recuerdan cuando en febrero el Grillo estaba en el chapista, el motor en trámites para viajar a la rectificadora y Leo y yo en nuestro departamento en La Plata?
Todo eso ya es cosa del pasado y nuestro invernal agosto nos encuentra con la Kombi en pleno proceso de lijado final, el motor rectificado y desarmado y Leo reclamándome que no le doy una mano en esta cruzada por renovar nuestro vehículo, pues estoy a cientos de kilómetros de distancia.
Acerca del Lijado
El Grillo está siendo mimado en su máxima expresión. Leo pasa sus tardes - noches entre lijas, maquinita y agua buscándole debajo de la pintura, el alma -quizás- a la kombi, tal cual su tocayo Da Vinci anatomista, la buscaba en el cuerpo humano entonando la frase "quiero hacer milagros".
Nuestro Leonardo, más humilde, busca revitalizar nuestra 85 para pasearla bajo el sol y que los reflejos del astro no den cuenta de ninguna especie de desnivel. Por eso es que está realizando una labor de artesano, en la cual el sentido del tacto es vital: con los pantalones, el pulóver y la barba salpicada de pintura lijada rodea al Grillo acariciándolo y buscando esas vetas que hará desaparecer. Esta rutina se da mayormente entre las 20 y las 22, es decir que esta noche -cerca de la cena- imaginemos a este artesano rodeando su obra con unas lijas en la mano y agua bajo los pies.
El nuevo Grillo
Es el que está naciendo, al que no solo la lija la remodeló. Nuestro querido chapista lo soldó, le puso el material antioxidante y además cortó. Sí, cortó. La kombi tiene nueva fisonomía interior pues ya tiene un pasillo que permitirá al matero del viaje, pasar de la cabina al interior para buscar algo más de yerba, unas galletitas o simplemente irse hasta el portón para sacar una buena foto del paisaje que se está dejando atrás.
¿Qué más decir? Cada uno de los tripulantes tendrán su propio asiento individual, punto en el que no estoy del todo convencida, pues estaré unos centímetros más lejos de mi amado y no podré apoyar mi cabeza sobre su hombro (como diría la canción) mientras recorremos la ruta.
Trabajo en equipo
Esto no se hizo solo ya que cuenta con las manos trabajadoras de varios amigos, kombinautas por decantación. Ellos son Pablo Taylor, Diego Massimino, Mariano López y Matias Volponi que apuestan por realizar el trabajo y llegar a Córdoba.
También Matías de Sandro que lo ayuda a Leo y ambos terminan llamando al Gurú, convenciéndolo con picadas para que les arregle sus metidas de pata...
Todo eso ya es cosa del pasado y nuestro invernal agosto nos encuentra con la Kombi en pleno proceso de lijado final, el motor rectificado y desarmado y Leo reclamándome que no le doy una mano en esta cruzada por renovar nuestro vehículo, pues estoy a cientos de kilómetros de distancia.
Acerca del Lijado
El Grillo está siendo mimado en su máxima expresión. Leo pasa sus tardes - noches entre lijas, maquinita y agua buscándole debajo de la pintura, el alma -quizás- a la kombi, tal cual su tocayo Da Vinci anatomista, la buscaba en el cuerpo humano entonando la frase "quiero hacer milagros".
Nuestro Leonardo, más humilde, busca revitalizar nuestra 85 para pasearla bajo el sol y que los reflejos del astro no den cuenta de ninguna especie de desnivel. Por eso es que está realizando una labor de artesano, en la cual el sentido del tacto es vital: con los pantalones, el pulóver y la barba salpicada de pintura lijada rodea al Grillo acariciándolo y buscando esas vetas que hará desaparecer. Esta rutina se da mayormente entre las 20 y las 22, es decir que esta noche -cerca de la cena- imaginemos a este artesano rodeando su obra con unas lijas en la mano y agua bajo los pies.
El nuevo Grillo
Es el que está naciendo, al que no solo la lija la remodeló. Nuestro querido chapista lo soldó, le puso el material antioxidante y además cortó. Sí, cortó. La kombi tiene nueva fisonomía interior pues ya tiene un pasillo que permitirá al matero del viaje, pasar de la cabina al interior para buscar algo más de yerba, unas galletitas o simplemente irse hasta el portón para sacar una buena foto del paisaje que se está dejando atrás.
¿Qué más decir? Cada uno de los tripulantes tendrán su propio asiento individual, punto en el que no estoy del todo convencida, pues estaré unos centímetros más lejos de mi amado y no podré apoyar mi cabeza sobre su hombro (como diría la canción) mientras recorremos la ruta.
Trabajo en equipo
Esto no se hizo solo ya que cuenta con las manos trabajadoras de varios amigos, kombinautas por decantación. Ellos son Pablo Taylor, Diego Massimino, Mariano López y Matias Volponi que apuestan por realizar el trabajo y llegar a Córdoba.
Pablo Taylor
Diego Massimino y Matías de Sandro
También Matías de Sandro que lo ayuda a Leo y ambos terminan llamando al Gurú, convenciéndolo con picadas para que les arregle sus metidas de pata...
El motor
Mejor que nunca. Primero fue desarmarlo, limpiarlo y mandarlo a rectificar. Desde allí nos lo han devuelto y solo pienso en todo lo que va a recorrer si, como lo explica el mapa del aniversario del Grillo, hicimos tanto kilómetros con su mal estado y ese sonido que nos avisaba que íbamos muy rápido y que se estaba calentando la cosa atrás, momentos cuando nos deteníamos al a vera del camino y quizás armábamos la mesita y comíamos unas empanadas frías.
Para terminar
Finalmente podemos ver al Grillo con su inicial mano de primer, lo que constituye una escalada más de esta reforma que le otorga un nuevo perfil a una kombi 85 que tiene nuevos kilómetros que recorrer.
1 comentario:
Bueno, me gusta ser el primero en dejar un comentario.
La verdad que está quedando lindísimo el Grillo. Restaurado y tunizado. Y luego potenciado por nuestro amigo y mecánico. A ver si le seguimos el ritmo despues de esto, si antes en poco tiempo se caminó diez mil 10000 km, no quiero imaginarme despues de la terapia.
FELICITACIONES !!!
Publicar un comentario