Si a la vida - Gualeguaychú
Y seguimos viajando! Esta vez el destino elegido fue Gualeguaychú, Entre Ríos, ya que no conocíamos la Mesopotamia argentina. Nuestro enamoramiento fue total. Nos encontramos con paisajes nuevos y la fuerza y voluntad de todo un pueblo que lucha por mantener su río, su aire, su vida.
Hoy por hoy y en muchos sentidos, Gualeguaychu: un lugar para visitar, un ejemplo de comunidad.
Con una nueva pasajera y amiga, Valeria, salimos el Viernes 7 con destino a nuestra primer parada: Zárate, ya que el Sábado arrancaríamos desde muy tempranito cruzando el puente Zárate Brazo Largo. Solo un reventón en el camino, como para darle algo de emoción al viaje, y sin mas novedades que las habituales. El Grillo, como siempre, una máquina.
Una anécdota del viaje: perdidos en un embotellamiento gigante en Capital, y sin tener bien en claro por donde salir, le pedimos auxilio a un Kombinauta que piloteaba una flamante Kombi VW T5; -seguime dijó... y nos sacó del embrollo como buen Kombinauta que era.
El Sábado antes del mediodía ya estábamos en Gualeguaychú. Las pintadas en la ruta nos iban marcando el sentimiento de la gente, no contra el pueblo Uruguayo, pero si un bien claro "Fuera Botnia, No a las papeleras".
Gualeguaychú es una ciudad tranquila pero con vida. La costanera, un paseo para la vista. La gente de Gualeguaychú, siempre amable, siempre con una sonrisa.
Luego de recorrer enfilamos para el Camping que nos habían recomendado, "Ñandubayzal", a solo 11Km del centro de la ciudad. Un complejo con capacidad para 600 carpas, supermercado, boliche, gomería, una mini ciudad para disfrutar junto a una playa dorada.
Palmeras, pinos, el río que parece un mar ya que mirando hacia el sudeste se pierde en el horizonte; en contraste: imposible dejar de ver el edificio inmenso que representa la pastera Botnia, un recordatorio que hacer masticar bronca a los entrerrianos.
En la playa pudimos leer un par de mensajes para Botnia, escritos quizás por algunos chicos, siempre el tema presente en el aire, una especie de duelo adelantado de lo que puede pasar si la pastera continúa trabajando a pleno frente a las costas de un río que no puede resistir más ataques.
En cada viaje que hacemos buscamos una calcomanía del lugar para dejar una seña en nuestro Grillo de la aventura vivida. En este caso pusimos el calco que usan todos los vehículos del lugar: No a las papeleras - Gualeguaychú
Me queda una frase que me tiraron en la Gomería cuando comenté que íbamos al Camping costero:
- Disfrutalo, el año que viene no sabemos como va a estar.
Pero quedemosnos con una imagen positiva... que buen Dorado a la parrilla nos comimos en la costanera de Gualeguaychú, en una parrilla recomendada por otro Kombinauta, Julio, artesano del tiempo (hace relojes de madera) que disfruta los días en la costanera, su trabajo y su kombi.
1 comentario:
Que viaje, leo ... andrea y el grillo, que trio, no hay forma de que paen un fin de semana...y me parece que ya se acostumbraron a tener un tercer pasajero...., un abrazo
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