9 de octubre de 2007

Carta de un Amigo Kombinauta

Uno vive en el quilombo todos los días y se preocupa
por cosas nimias como pagar el seguro, hacer la VTV,
medir aceite, y esas cosillas que nos exige el ser
dueño de una Kombi. No más no menos que lo que tiene y
debe hacer todo buen dueño de un vehículo, a eso le
sumamos el preocuparnos por que ande bien, arreglarla
a nuestro gusto y necesidad, hacerle mimos de vez en
cuando, respirar profundo cuando sentimos algún
ruidito y más profundo aún cuando descubrimos que su
origen era el matafuegos suelto. Mil cosas que se
condicen con las del dueño de una máquina de las más
confiables que he tenido (y tuve de todo pelaje)
Yo ya no me preocupo por esas cosas...
Si bien tenía pensado venderla para acceder a algo
más nuevito, sobre todo porque mis chicos son
chiquitos y los viajes en ruta se les hacen
interminables para ellos y agotadores para mí, porque
el estar sentado sobre el tren delantero me estaba
agravando un problema preexistente de mi columna,
(literalmente quedaba de cama), venía postergando la
decisión final, siempre encontraba algo nuevo para
hacerle, tapicé las puertas, le puse paneles
alfombrados en los laterales del furgón y hasta compré
una ventana larga para el lateral izquierda. Loúnico
que tenía que hacerle a la ingrata de vez en cuando
era ponerle combustible o a lo sumo engrasarla cada
2000 kms. Nunca tuve que llevar aceite conmigo porque
era tan cosmopolita que no "marcaba nunca
territorio". ..
Hace cosa de un mes mas o menos me la abrieron y me
llevaron de adentro cerca de 3000 mangos en
herramientas, el auxilio, la sillita de mi hija y un
montón de repuestos que tenía en una caja. Bronca,
mucha bronca pero nada hacía presumir que esto
seguiría.
El viernes abro la puerta de casa para salir al
laburo como todos los días y donde estaba la Kombi
sólo había... "la nada".
Evidentemente algún avieso caco (de aquí en màs
llamado reverendo hijo de puta) con el blanco
prefijado me había hecho presa, la empujó hasta la
esquina y la remolcó o la enganchó con grúa, otra
forma no tuco con el corte de corriente y combustible
y las trabas del volante.
Me quedé de a pié y creo que va a ser por un largo
rato, ya que como de costumbre las aseguradoras que
visité me rebotaban como en frontón y el único resto
de piedad que tenían me permitió asegurar
Responsabilidad Civil... O sea, de recuperar algo ni
hablar.
No sé por que campos Elíseos ande hoy mi
"Profanadora" pero seguramente a esta altura sea un
cascarón vacío tirado en algún baldío del gran Buenos
Aires.
Con hondo pesar comunico a Ustedes, mis amigos y
compañeros de camino que ya no me preocupo....
Un Abrazo enorme a todos, cuídense de la mierda que
anda suelta y si la ven denle mis saludos.
Rafa




1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, antes que nada lamento mucho lo que te paso con la profanadora, lo lamento en el alma, yo tengo un sierra pero quiero una kombi vw, primero porque me gusta y segundo por trabajo, espero que Dios te ilumine y te de fuerzas para poder tener a tu lado otra maquinita de estas, aunque nunca va a ser como la profanadora, un abrazo, soy Luis de Lanús.

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