Disfrutando El Chaltén

Antes de venir a este lugar pensábamos en como sería nuestra vida aquí, de hecho elegimos El Chaltén pensando en aprovechar a pleno todas las posibilidades que brinda en cuanto a Trekking y la innegable vinculación con la naturaleza.

Otro punto importante era el saber que conoceríamos muchos visitantes que en su recorrida por el mundo andarían por estos pagos patagónicos.
Estas dos ideas que imaginábamos como nuestro futuro cotidiano no pudieron darse de mejor forma que en nuestra 1ra excursión a Lago del Desierto.


Lago del Desierto se encuentra a solo 40Km de El Chaltén, continuando por el tramo recientemente inaugurado de la ruta 23 (data del 2002, antes se llegaba caminando gran parte del recorrido), y como ya nos había adelantado nuestro amigaso Jorge Potter, nada de desierto existe en este paraje que se sumerje en la cordillera de los Andes.

Llenamos la Kombi de nuevos amigos y salimos a disfrutar el día que por suerte se lució con sol y sin viento.

Nos acompañaron Linda y Brendan, una pareja de California que se encuentra de Luna de Miel, Marcos también de EEUU y que está realizando un trabajo de Tesis de su carrera de Antropología, y Maxi, amigo y baqueano del lugar que ofició de Guía y nos llenó de historias y nombres de cuanta cosa se veía.

Este tramo final de ripio de la ruta 23 no presentó mayores complicaciones para la Kombi, salvo la subida del caracol que en 1ra fué orgullosamente vencida por un Grillo que se llevó los aplausos de todos los pasajeros.

Una cascada impresionante en el camino, la vista del Fitz Roy desde su cara Nor Oeste y un río "plagado", si, plagado de truchas Arco Iris, son el marco de esta ruta que entre puentes de hierro y sectores de derrumbe desemboca en el Lago del Desierto.


Armamos campamento, pescamos truchas, comimos y encaramos el circuito de Trekking que lleva al Glaciar Huemul. Una caminata de ascenso de una hora con su parte final aún nevada.

El Glaciar Huemul es pequeño y desemboca en una laguna que a esta altura del año aún estaba completamente congelada. La vista desde ese punto del valle que transitamos para llegar desde el pueblo es grandiosa, y la paz a esa altura se presentaba con un silencio abismal.

En ese punto armarían campamento Maxi y Marcos para continuar al día siguiente haciendo ya un circuito más técnico de ascenso, para llegar a la cima de la montaña Vespignani.


Y así transcurrió nuestro primer día de franco en El Chaltén... las cosas siguen tomando su lugar y nuestro enamoramiento a primera vista con el pueblo ya es un amor desmedido!