30 de junio de 2007
Cortazar y el Dragón
Como sabemos, una costumbre que se repite entre los Kombinautas es la de poner nombre a sus amadas Kombis... veamos este relato en donde Cortazar cuenta como fué que el nombre de su Kombi llegó a él.
y así meterse el 4 de septiembre de 1972 en un auto e irse solo a cualquier rincón provenzal para medir de más cerca lo ya hecho y lo que queda por hacer; corrección de pruebas, como se ve, bastante más allá de acentos, gazapos, erratas y tachaduras. De alguna manera esto será el diario de una rutina de escritor, pero también quisiera ser otra cosa, una confrontación de lo que ocurre mientras se trabaja y que en mi caso es hoy muy diferente que en otros tiempos. La música, por ejemplo, y los boletines de radio, hace años me hubiera sido imposible concentrarme sin estar en una especie de gabinete (aunque sólo fuera mental, producto voluntario de la abstracción en pleno café o en una casa rumorosa de domesticidad); contra lo previsible, la vejez y la historia me vuelven más poroso, me reclaman algo como una ósmosis con lo circundante. Elijo, por supuesto: nadie va a un estadio para corregir las pruebas de un libro, pero mi elección no es ya la penumbra del escritorio sino este auto en el parking de Avignon o de Vaison-la-Romaine, una radio que me da noticias cada cuarto de hora y un fondo de música no siempre intolerable; casi en seguida va a verse la incidencia de estas cosas en algo que años atrás no me hubiera incitado al menor comentario. Y así, cada tanto dejo de trabajar y me voy por las calles, entro en un bar, miro lo que ocurre en la ciudad, dialogo con el viejo que me vende salchichas para almorzar porque el dragón, ya es tiempo de presentarlo, es una especie de casa rodante o caracol que mis obstinadas predilecciones wagnerianas han definido como dragón, un Volkswagen rojo en el que hay un tanque de agua, un asiento que se convierte en cama, y al que he sumado la radio, la máquina de escribir, libros, vino tinto, latas de sopa y vasos de papel, pantalón de baño por si se da, una lámpara de butano y un calentador gracias al cual una lata de conservas se convierte en almuerzo o cena mientras se escucha a Vivaldi o se escriben estas carillas. Lo del dragón viene de una antigua necesidad; casi nunca he aceptado el nombre de las cosas y creo que se refleja en mis libros, no veo por qué hay que tolerar invariablemente lo que nos viene de fuera, y así a los seres que amé y que amo les fui poniendo nombres que nacían a su modo de un encuentro, de un contacto de claves secretas, y entonces mujeres fueron flores, fueron pájaros, fueron animalitos del bosque, y hubo amigos con nombres que incluso cambiaban después de cumplido un ciclo, el oso podía volverse mono, como alguien de ojos claros fue una nube y después una gacela y una noche se volvió mandrágora, pero para volver al dragón diré que hace dos años lo vi llegar por primera vez subiendo la rue Cambronne en París, lo traían fresquito de un garage y cuando me enfrentó le vi la gran cara roja, los ojos bajos y encendidos, un aire entre retobado y entrador, fue un simple click mental y ya era el dragón y no solamente un dragón cualquiera sino Fafner, el guardián del tesoro de los Nibelungos, que según la leyenda y Wagner habrá sido tonto y perverso, pero que siempre me inspiró una simpatía secreta aunque más no fuera por estar condenado a morir a manos de Sigfrido y esas cosas yo no se las perdono a los héroes, como hace 30 años no le perdoné a Teseo que matara al Minotauro. Sólo ahora ligo las dos cosas, aquella tarde estaba demasiado preocupado con los problemas que iba a plantearme el dragón en materia de palanca de velocidades, alto y ancho muy superiores a mi ex Renault, pero me parece claro que obedecí al mismo impulso de defender a los que el orden estatuido define como monstruos y extermina apenas puede. En dos o tres horas me hice amigo del dragón, le dije claramente que para mí cesaba de llamarse Volkswagen, y la poesía como siempre se mostró puntual porque cuando fui al garage donde tenían que instalar la placa definitiva y además la inicial del país en que vivo, me bastó ver al mecánico pegándole una gran F en la cola para confirmar la verdad; desde luego que a un mecánico francés no se le puede decir que esa letra no significa Francia sino Fafner, pero el dragón lo supo y de vuelta me demostró su alegría subiéndose parcialmente a la acera con particular espanto de una señora cargada de hortalizas.
y así meterse el 4 de septiembre de 1972 en un auto e irse solo a cualquier rincón provenzal para medir de más cerca lo ya hecho y lo que queda por hacer; corrección de pruebas, como se ve, bastante más allá de acentos, gazapos, erratas y tachaduras. De alguna manera esto será el diario de una rutina de escritor, pero también quisiera ser otra cosa, una confrontación de lo que ocurre mientras se trabaja y que en mi caso es hoy muy diferente que en otros tiempos. La música, por ejemplo, y los boletines de radio, hace años me hubiera sido imposible concentrarme sin estar en una especie de gabinete (aunque sólo fuera mental, producto voluntario de la abstracción en pleno café o en una casa rumorosa de domesticidad); contra lo previsible, la vejez y la historia me vuelven más poroso, me reclaman algo como una ósmosis con lo circundante. Elijo, por supuesto: nadie va a un estadio para corregir las pruebas de un libro, pero mi elección no es ya la penumbra del escritorio sino este auto en el parking de Avignon o de Vaison-la-Romaine, una radio que me da noticias cada cuarto de hora y un fondo de música no siempre intolerable; casi en seguida va a verse la incidencia de estas cosas en algo que años atrás no me hubiera incitado al menor comentario. Y así, cada tanto dejo de trabajar y me voy por las calles, entro en un bar, miro lo que ocurre en la ciudad, dialogo con el viejo que me vende salchichas para almorzar porque el dragón, ya es tiempo de presentarlo, es una especie de casa rodante o caracol que mis obstinadas predilecciones wagnerianas han definido como dragón, un Volkswagen rojo en el que hay un tanque de agua, un asiento que se convierte en cama, y al que he sumado la radio, la máquina de escribir, libros, vino tinto, latas de sopa y vasos de papel, pantalón de baño por si se da, una lámpara de butano y un calentador gracias al cual una lata de conservas se convierte en almuerzo o cena mientras se escucha a Vivaldi o se escriben estas carillas. Lo del dragón viene de una antigua necesidad; casi nunca he aceptado el nombre de las cosas y creo que se refleja en mis libros, no veo por qué hay que tolerar invariablemente lo que nos viene de fuera, y así a los seres que amé y que amo les fui poniendo nombres que nacían a su modo de un encuentro, de un contacto de claves secretas, y entonces mujeres fueron flores, fueron pájaros, fueron animalitos del bosque, y hubo amigos con nombres que incluso cambiaban después de cumplido un ciclo, el oso podía volverse mono, como alguien de ojos claros fue una nube y después una gacela y una noche se volvió mandrágora, pero para volver al dragón diré que hace dos años lo vi llegar por primera vez subiendo la rue Cambronne en París, lo traían fresquito de un garage y cuando me enfrentó le vi la gran cara roja, los ojos bajos y encendidos, un aire entre retobado y entrador, fue un simple click mental y ya era el dragón y no solamente un dragón cualquiera sino Fafner, el guardián del tesoro de los Nibelungos, que según la leyenda y Wagner habrá sido tonto y perverso, pero que siempre me inspiró una simpatía secreta aunque más no fuera por estar condenado a morir a manos de Sigfrido y esas cosas yo no se las perdono a los héroes, como hace 30 años no le perdoné a Teseo que matara al Minotauro. Sólo ahora ligo las dos cosas, aquella tarde estaba demasiado preocupado con los problemas que iba a plantearme el dragón en materia de palanca de velocidades, alto y ancho muy superiores a mi ex Renault, pero me parece claro que obedecí al mismo impulso de defender a los que el orden estatuido define como monstruos y extermina apenas puede. En dos o tres horas me hice amigo del dragón, le dije claramente que para mí cesaba de llamarse Volkswagen, y la poesía como siempre se mostró puntual porque cuando fui al garage donde tenían que instalar la placa definitiva y además la inicial del país en que vivo, me bastó ver al mecánico pegándole una gran F en la cola para confirmar la verdad; desde luego que a un mecánico francés no se le puede decir que esa letra no significa Francia sino Fafner, pero el dragón lo supo y de vuelta me demostró su alegría subiéndose parcialmente a la acera con particular espanto de una señora cargada de hortalizas.
24 de junio de 2007
La escapada del Domingo
Esta mañana nos levantamos con ganas de prepararnos para un asadito en algún lugar, con previo viaje en Combi.
El lugar elegido Magdalena - Atalaya. Una costa del Río de La Plata muy visitada por pescadores y separada de La Plata por 50km.
La ruta marcada con muchos pozos, curvas y varias camionetas con paseantes de domingo. Puro camino pampeano (de vacas y llanura, miel casera y ranchitos).
El camping un lugar verde con árboles y parrillas. Había un acampante y llegaban pescadores y autos con distintos tripulantes: chicas adolescentes en uno, un trío de personas mayores en otro y, finalmente marcaban su llegada con sonidos característicos los motociclistas y caminantes con perros de acompañantes.
Lo que nos faltó, en el camino esta vez tuvimos que ir parando de mercado en mercadito para comprar lo que nos acordábamos no habíamos traído:
El lugar elegido Magdalena - Atalaya. Una costa del Río de La Plata muy visitada por pescadores y separada de La Plata por 50km.
La ruta marcada con muchos pozos, curvas y varias camionetas con paseantes de domingo. Puro camino pampeano (de vacas y llanura, miel casera y ranchitos).
El camping un lugar verde con árboles y parrillas. Había un acampante y llegaban pescadores y autos con distintos tripulantes: chicas adolescentes en uno, un trío de personas mayores en otro y, finalmente marcaban su llegada con sonidos característicos los motociclistas y caminantes con perros de acompañantes.
Lo que nos faltó, en el camino esta vez tuvimos que ir parando de mercado en mercadito para comprar lo que nos acordábamos no habíamos traído:
23 de junio de 2007
Con la Música a todas partes
Seguimos armando la Combi con partes que nos llegan de todo el país. Primero fue el Palier que nos mandó Claudio García de San Luis (¡Grande Claudio!), y ahora nos llegó desde Tierra del Fuego, un Fabuloso Estereo Philips para ponerle música a nuestros viajes.
Graciela y Jorge, papas de Leo y tan viajeros como nosotros, nos mandaron este enorme regalo que agradecemos y que hoy abrimos en el Parque Pereyra Iraola y Leo instaló esta tarde en el Grillo.
Seguimos felices y paseanderos. Ya nos estamos acostumbrando a desayunar en movimiento (mates en Combi)
Gracias Viejos y Gracias Antonio, el camionero que nos trajo el estereo... a esta altura la restauración del Grillo es un esfuerzo compartido... que mejor??
Graciela y Jorge, papas de Leo y tan viajeros como nosotros, nos mandaron este enorme regalo que agradecemos y que hoy abrimos en el Parque Pereyra Iraola y Leo instaló esta tarde en el Grillo.
Seguimos felices y paseanderos. Ya nos estamos acostumbrando a desayunar en movimiento (mates en Combi)
Gracias Viejos y Gracias Antonio, el camionero que nos trajo el estereo... a esta altura la restauración del Grillo es un esfuerzo compartido... que mejor??
18 de junio de 2007
Viaje a Alvarez - Misión Cumplida!
Uno de los objetivos de tener una Kombi viajera era poder visitar a nuestra familia en Francisco Alvarez, provincia de Buenos Aires. Este fin de semana largo nos dimos el gran gustazo de poder realizar ese viaje por primera vez con nuestro Grillo!
Realizamos todo el viaje por Autopista y la Kombi se portó de maravillas; si bien en el viaje de ida tuvimos que hacer algunas "paraditas" por temperatura, para la vuelta le encontramos el punto justo al motor y viajamos sin problemas.
Mucho mate, mucha autopista... mucha alegría de llegar y que nos reciban saltando en una pata (vean a Facu en el video), y muchas ganas de seguir viajando y disfrutando de la Kombi y del viaje.
Que disfruten el Video!
Fotografia: Andrea, Leo y Facu
Musicalización: León Gieco y Leo
Edición de video: Andrea... -Horas y horas retocando detalles!
Y ahora vamos por mas! El Grillo se prepara para su otro objetivo: Santa Clara del Mar!!
Las fotos y el Video fueron hechas con mucho cariño para compartir. Para que los moradores de La Serena recuerden los momentos vividos, y para que los futuros santaclarenses se baboseen con los nietos y vayan sabiendo las cosas lindas que nos esperan!
Realizamos todo el viaje por Autopista y la Kombi se portó de maravillas; si bien en el viaje de ida tuvimos que hacer algunas "paraditas" por temperatura, para la vuelta le encontramos el punto justo al motor y viajamos sin problemas.
Mucho mate, mucha autopista... mucha alegría de llegar y que nos reciban saltando en una pata (vean a Facu en el video), y muchas ganas de seguir viajando y disfrutando de la Kombi y del viaje.
Que disfruten el Video!
Fotografia: Andrea, Leo y Facu
Musicalización: León Gieco y Leo
Edición de video: Andrea... -Horas y horas retocando detalles!
Y ahora vamos por mas! El Grillo se prepara para su otro objetivo: Santa Clara del Mar!!
Las fotos y el Video fueron hechas con mucho cariño para compartir. Para que los moradores de La Serena recuerden los momentos vividos, y para que los futuros santaclarenses se baboseen con los nietos y vayan sabiendo las cosas lindas que nos esperan!
15 de junio de 2007
Un Mes, que mes
Hoy es 15 y estamos felices. Nuestra combi cumple un mes con nosotros.
Los tres no hemos dejado de pensar en viajes desde hace tres semanas. También pensamos en la nafta... pero eso no empaña la alegría.
Hemos disfrutado de los detalles que la hacen más eficiente luego de pasar tiempo en el mecánico. Estuvimos tranquilos después de encintarla para que el aire frío no nos mate cuando nos embarcamos en la ruta. La miramos, la piropeamos y hasta la bautizamos.
El Grillo y nosotros cumplimos un mes y no dejamos de contar kilómetros y años que se vienen por delante.
Los tres no hemos dejado de pensar en viajes desde hace tres semanas. También pensamos en la nafta... pero eso no empaña la alegría.
Hemos disfrutado de los detalles que la hacen más eficiente luego de pasar tiempo en el mecánico. Estuvimos tranquilos después de encintarla para que el aire frío no nos mate cuando nos embarcamos en la ruta. La miramos, la piropeamos y hasta la bautizamos.
El Grillo y nosotros cumplimos un mes y no dejamos de contar kilómetros y años que se vienen por delante.
11 de junio de 2007
Rápido como a... 75km/h
10 de junio de 2007
Fenomenal Encuentro Kombinauta!!
Acabamos de llegar del encuentro en Chascomus y no paramos de rememorar todas las cosas lindas que vivimos y pasamos juntos.
Nuestra Kombi se portó como una Reina y si bien nos hizo pegar un buen susto, cuando levantó temperatura y tuvimos que parar, le puso toda la fuerza y después de unos toques mágicos en ruta del Mago Anibal, siguió rodando como las mejores.
Fue así que quedó bautizada como "El Grillo", porque al estar un poco atrasada en su puesta a punto pistoneaba y se escuchaba un Cri-Cri que fue el que nos empezó a preocupar primero y asustar después, pero que resultó ser poca cosa, quedando demostrada la nobleza de estos motores.
El encuentro en si fue fabuloso... el grupo de gente que se formó es inigualable, en palabras de Andrea: -Son todos re-cool, es increíble pero es genial, tienen todos una buena onda buenísima.
El día acompaño con un sol enorme, y en total se contaron 22 Kombis que llegaron de todas partes para participar de la Karavana y del Encuentro.
Lo mas divertido del día fue cuando la policía quiso parar a todas las Kombis. Como ya tenían muchos autos detenidos y nosotros pasamos con la mejor cara de nada, tardaron en hacernos señas, y cuando empezaron a pedirnos que paremos nos indicaban la banquina adelante de los otros autos que ya estaban detenidos, y mientras nos iban haciendo señas y todas amagaban a ganar la banquina, se armó un tumulto de Kombis que sin ningún tipo de coordinación previa, empezó a mover y en solo segundos, ante la segura sorpresa de los agentes de tránsito, ya no quedaba ninguna Kombi estacionada!
Kombinautas: Un párrafo aparte para Claudio Garcia, que desde San Luis nos obsequió un palier que necesitábamos para poder andar con seguridad. Otro para Anibal De Sandro, que se mató trabajando la última semana para que todos podamos ir al encuentro, y obviamente nos hizo la asistencia en ruta.
Pero en realidad, toda esta nota deberían ser párrafos aparte para muchas personas, porque este grupo esta integrado por gente verdaderamente solidaria y con toda la buena onda. El anfitrión de Chascomus, los que donaron los premios del concurso de pesca, los asadores que transpiraron la camiseta y sacaron un asado para mas de 60 personas... todos los Kombinautas que conforman un grupo tan especial como divertido.
Vaya entonces un abrazo para todos. Leo, Andrea y El Grillo pasamos un día inolvidable.
Nuestra Kombi se portó como una Reina y si bien nos hizo pegar un buen susto, cuando levantó temperatura y tuvimos que parar, le puso toda la fuerza y después de unos toques mágicos en ruta del Mago Anibal, siguió rodando como las mejores.
Fue así que quedó bautizada como "El Grillo", porque al estar un poco atrasada en su puesta a punto pistoneaba y se escuchaba un Cri-Cri que fue el que nos empezó a preocupar primero y asustar después, pero que resultó ser poca cosa, quedando demostrada la nobleza de estos motores.
El encuentro en si fue fabuloso... el grupo de gente que se formó es inigualable, en palabras de Andrea: -Son todos re-cool, es increíble pero es genial, tienen todos una buena onda buenísima.
El día acompaño con un sol enorme, y en total se contaron 22 Kombis que llegaron de todas partes para participar de la Karavana y del Encuentro.
Lo mas divertido del día fue cuando la policía quiso parar a todas las Kombis. Como ya tenían muchos autos detenidos y nosotros pasamos con la mejor cara de nada, tardaron en hacernos señas, y cuando empezaron a pedirnos que paremos nos indicaban la banquina adelante de los otros autos que ya estaban detenidos, y mientras nos iban haciendo señas y todas amagaban a ganar la banquina, se armó un tumulto de Kombis que sin ningún tipo de coordinación previa, empezó a mover y en solo segundos, ante la segura sorpresa de los agentes de tránsito, ya no quedaba ninguna Kombi estacionada!
Kombinautas: Un párrafo aparte para Claudio Garcia, que desde San Luis nos obsequió un palier que necesitábamos para poder andar con seguridad. Otro para Anibal De Sandro, que se mató trabajando la última semana para que todos podamos ir al encuentro, y obviamente nos hizo la asistencia en ruta.
Pero en realidad, toda esta nota deberían ser párrafos aparte para muchas personas, porque este grupo esta integrado por gente verdaderamente solidaria y con toda la buena onda. El anfitrión de Chascomus, los que donaron los premios del concurso de pesca, los asadores que transpiraron la camiseta y sacaron un asado para mas de 60 personas... todos los Kombinautas que conforman un grupo tan especial como divertido.
Vaya entonces un abrazo para todos. Leo, Andrea y El Grillo pasamos un día inolvidable.
5 de junio de 2007
Se viene nuestro Primer Encuentro!
Estamos ultimando detalles (Grandes Detalles!! Gigantescos pequeños detalles) para nuestro Primer Encuentro Solokombis, que se va a realizar este Domingo 10 en la laguna de Chascomus.
Los esperamos a todos los que puedan participar, con o sin Kombi, pero con espíritu Kombinauta!!
En este viaje esperamos encontrarle el nombre a nuestra Kombi, por lo cual este va a ser su viaje de Bautismo.
Atención al cartel que indica como se va a ir armando la Caravana para llegar todos juntos.
Un Abrazo a todos y los esperamos!
Los esperamos a todos los que puedan participar, con o sin Kombi, pero con espíritu Kombinauta!!
En este viaje esperamos encontrarle el nombre a nuestra Kombi, por lo cual este va a ser su viaje de Bautismo.
Atención al cartel que indica como se va a ir armando la Caravana para llegar todos juntos.
Un Abrazo a todos y los esperamos!
2 de junio de 2007
Salida de Boxes
Rescatar una Kombi... eso es lo que estamos haciendo, y si tenemos la alegría de devolver una hermosa Kombi VW a las rutas, también nos encontramos con la tristeza del nivel de abandono que tenia esta Kombi.
Su propietario original (el que seguia figurando como titular y con el cual hicimos la transferencia), quería y cuidaba a su "Gusano Verde", como lo llamaban sus amigos, con todo el cariño de un verdadero Kombinauta, pero su dueño/s posterior/es solo abusaron de la Kombi sin ponerle un peso encima y sin el mas mínimo cuidado.
Pero bueno... borrón y cuenta nueva... esta Kombi esta resurgiendo y volverá a las rutas como en su mejor momento.
Por ahora, vayan viendo que buen trabajo de terminación le dió Anibal De Sandro a nuestro poderoso VW...
Su propietario original (el que seguia figurando como titular y con el cual hicimos la transferencia), quería y cuidaba a su "Gusano Verde", como lo llamaban sus amigos, con todo el cariño de un verdadero Kombinauta, pero su dueño/s posterior/es solo abusaron de la Kombi sin ponerle un peso encima y sin el mas mínimo cuidado.
Pero bueno... borrón y cuenta nueva... esta Kombi esta resurgiendo y volverá a las rutas como en su mejor momento.
Por ahora, vayan viendo que buen trabajo de terminación le dió Anibal De Sandro a nuestro poderoso VW...
Chicos, la verdad es que los leo seguido, pero nunca hice un comentario..... Me encanta su blog, es adictivo. Una joya lo que reproducen de Cortazar, al poco tiempo de comprar mi pobre Westfalia amarilla, pobre por el estado en que se encontraba, salio la nota en el diario y me entere que el maestro habia tenido una. Un abrazo y espero saludarlos el 9 de julio.
Marcelo de quilmes, kombinauta.
Muy interesante la historia y tan es así que me dieron muchas ganas de volver a leer "Todos los fuegos el fuego" Lo rescaté de la biblioteca familiar y lo abro al azar en una página donde justo habla de sobrenombres... ¡que casualidad más casual!
Mamá Santaclarense.besos.